Recuerdo que cuando era niño, durante la educación primaria y la secundaria odiaba la asignatura de historia, sea de Yucatán, de México o universal. En aquellas épocas mis compañeros y yo manifestábamos nuestro desinterés por la asignatura a nuestros maestros con un clásico “¿Para qué estudiar historia, si la historia ya pasó? ¿a quién le interesa ahorita?”.
Las generaciones han pasado, los tiempos han cambiado pero los pretextos siguen siendo los mismos. Hace pocas semanas, escuché a mi tía quejarse de que sus hijos que cursan la educación primaria y la secundaria nunca quieren estudiar para sus exámenes de historia y se molestan por tener que cursar la asignatura como obligatoria rezongando sobre lo mismo ¿Para qué estudiar historia si es algo que ya pasó?.
Conforme fui creciendo y mi amor por la lectura y la investigación creció, fui aprendiendo nuevas cosas que de niño jamás me hubiera imaginado y llegó así el día en el que me hice una nueva conclusión: No es absurdo estudiar historia durante la primaria/secundaria por ser algo que ya pasó, si no por que, por el contrario, es algo que nunca pasó.
En muchos casos, cuando uno crece su mente se va abriendo y se da cuenta de que está rodeado de mentiras y más cuando suele husmear en el terreno de lo político y de lo histórico. La historia no es propiamente una ciencia ya que, en la práctica, siempre está limitada y medida por la política que, a su vez, responde a los intereses de la geopolítica trazada por los intereses de unos cuantos. A menudo, se manipulan los hechos para adoctrinarnos desde pequeños bajo cierta ideología y se nos hace adorar delincuentes y villanos como si fueran héroes y se denigra e insulta a personajes con buenas intenciones y cuya labor era legítima y justa.
Secreto 1910 es una novela histórica que nos transporta al México de principios del siglo XX, unos pocos días antes de la caída del presidente y líder revolucionario Francisco Madero.
El protagonista y narrador es Simón Barrón, soldado muy apegado al General Bernardo Reyes quien intenta derrocar al presidente Francisco Madero al descubrir que éste no ha sido más que un títere al servicio de poderes supranacionales que controlan las finanzas mundiales.
El mensaje es claro: La Revolución Mexicana no fue planeada en México y nuestro país siempre ha sido territorio de disputa entre potencias extranjeras con enormes ambiciones que no han permitido a México crecer y que han depredado sus recursos naturales, principalmente el petróleo el cuál fue uno de los mayores motivos de conflicto de intereses pues las tres mayores potencias de aquel entonces (Alemana, Inglaterra y Estados Unidos) buscaban asegurar un enorme y continuo suministro de hidrocarburos para el gran conflicto bélico de magnitud mundial que estallaría en unos pocos años.
Leopoldo Mendivil ha hecho bien su tarea de historia. Ha investigado grandes y hasta ahora desconocidas fuentes de información y nos ofrece con su libro la otra historia de México, la que nunca se nos cuenta en la escuela y la que sí vale la pena estudiar para comprender por qué siendo uno de los países más ricos en extensión territorial y recursos naturales a nivel mundial, seguimos siendo un país piojo y tercermundista con más de 60 millones de personas viviendo en pobreza.
El libro denuncia a los cárteles financieros que desde hace ya algunos siglos han ido, poco a poco (digamos, por la vía fabiana) moldeando al mundo a su capricho y voluntad. Y el papel que desempeñó México (sin saberlo) en lo que posteriormente conoceríamos como la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, puedo enumerar tres aspectos del libro que no fueron de mi agrado:
- El autor, siendo descendiente del General Bernando Reyes, describe a éste como un mesías inmaculado de divinas características que trasformaría a México en la tierra prometida. Lo describe como “El hombre más grande en la historia de México” y como el único capaz de convertir a México en potencia mundial (sin importar que E.U. Jamás permitiría algo semejante) lo cual hace dudar muchas veces de la subjetividad del autor.
- En lo personal, hubiera preferido que la información que nos comparte el autor, producto de una exhaustiva investigación, fuera publicado como un libro de investigación histórica y no como una novela histórica ya que, como novela de misterio, espionaje y suspenso, se queda muy corta de ideas y parece que por momentos la trama está muy forzada. El Sr. Mendivil intentó crear una novela llena de acertijos, misterios y verdades que poco a poco son reveladas al estilo El código Da Vinci pero le hizo falta imaginación para lograr que estos encajaran de forma natural en la trama sin embargo, el libro logra mantener el interés del lector de principio a fin ya que la la historia, aún siendo verídica, es digna de una gran novela de ficción.
- Mi última queja tiene que ver con algo que no es propiamente responsabilidad del autor sino de la casa editora en sí. No se si sea culpa de Grijalbo o de Random House Mondadori pero el lomo del libro está hecho de un color rojo brillante y pulido con letras blancas, a simple vista posee una hermosa presentación pero tiene un grave problema: con el sudor de la mano o con el simple tacto en sí, la tinta o pintura roja se va deteriorando y borrando de forma casi inmediata con simplemente sostener el libro en tus manos y eso le da un mala imagen como el de un libro maltratado. En ese aspecto no se preocuparon por cuidar la calidad. Tuve que tomar algunas medidas que resultaban incómodas para mi lectura con el fin de evitar que se siguiera deteriorando el lomo.
Dejando a un lado ese detalle negativo, la presentación del libro es bastante buena. La tipografía es de bastante clara, el diseño agradable al tacto y la vista. Si no fuera por el detalle del lomo, le pondríamos un 10 en presentación.
Secreto 1910 no es una lectura recomendable sino una lectura obligatoria para todo mexicano. Puedo asegurar que, con libros como éste, sí vale la pena estudiar historia. Ojalá los maestros recomienden su lectura a los jóvenes estudiantes para que éstos vayan poco a poco recuperando el cerebro y la capacidad de razonar que Facebook, Twitter y la programación basura de Televisa/Azteca les han robado sin que ellos siquiera lo noten.
Links de interés.
Secreto 1910