Los lagos de Montebello

El sabor monótono de la cotidianidad es, muchas veces, resultado de un sistema social orientado hacia el diseño e imposición de modelos ideales que procuran indicar al ser humano el camino que debe seguir acorde a su edad y género. Todo ello, por supuesto, conforme a las necesidades e intereses de aquellos que han diseñado lo que llamamos el sistema de cosas. Sigue leyendo

San Francisco de Campeche

Cuando era niño solía escuchar a la gente afirmar que «en Campeche todo es aburrido«. Las pocas veces que viajé a la ciudad lo constaté: Poca infraestructura, negocios cerrados antes de las 3 de la tarde, pocos atractivos turísticos, un centro histórico desatendido y olvidado y un mar que resulta más lodo estancado que agua.

Ahora, varios años después, he sido testigo de la transformación gradual de la capital Campechana. Sigue leyendo

Visitando Valladolid

Hace ya varios días me tocó viajar hacia el oriente del estado, hacia la ciudad de Valladolid. Recuerdo que cuando comencé a trabajar fue uno de los primeros destinos foráneos que debí visitar. Para ese entonces, la ciudad apenas era considerada un «lugar de paso» a veces más obligatorio que necesario, un punto intermedio en el camino que comunica a Mérida y a Cancún. Hoy en día se ha vuelto una ciudad cuya tranquilidad y belleza le han valido ser considerada la segunda ciudad más importante del estado pero ¿realmente vale la pena adentrarse a explorar a La sultana del oriente?. Sigue leyendo

El viaje a Peto (En blanco y negro)

La mañana que viajé a Peto no me desperté tan temprano como cuando viajé a Oxkutzcab. Tras la clara advertencia del taxista durante la tarde anterior acerca de no llegar antes de las ocho de la mañana, me desperté aproximadamente a las 6 de la mañana y llegué a la terminal más o menos a las ocho y cuarto.

Al igual que el día anterior, un manto grisáseo cubría los cielos, remanente de la severa tormenta que azotó la tarde del lunes la ciudad. Mientras llegaba a la terminal, pasaba cerca de los voceadores y leía los encabezados del diario de yucapan donde comparaban los intempestivos vientos de la tormenta pasada con los de un huracán.

La fresca mañana volvía amena la espera por la salida del taxi colectivo. Uno de los principales problemas de viajar en dichos taxis, es que uno no tiene horarios de salida ni horarios de llegada, siempre hay que esperar a que se junte el mínimo de pasajeros (alrededor de unos 10) para que el taxista considere viable desplazar el vehículo hasta el municipio destino. Sigue leyendo

El viaje a Oxkutzcab

Es grande aquel pueblo, y de los mismos indios mayas… gente toda muy devota; está fundado en un llano, al pie de la sierra sobredicha y hay en él dos anorias

Fraile Antonio, de Ciudad Real sobre el pueblo de Oxkutzcab

Me contactaron de México para poner en marcha un proyecto, uno a nivel nacional. Mi parte, no obstante, se limitaba a abrir una ruta especial a dos municipios del estado: Oxkutzcab y Peto. Resulta irrelevante a ésta entrada divulgar aquello que debía de hacer en dichos lugares, lo importante de aquellos viajes fue servir de pretexto para ejercitar mi oxidada habilidad de redacción

En ésta entrada me tomo la molestia de ilustrar brevemente la ya de por sí breve estancia en la tierra tres veces fértil; reconocida por sus naranjas y su mercado, ansíaba recorrer nuevamente sus calles, las cuáles tenía ya años sin visitar.

Debido a un inesperado incidente con la compañía aseguradora, la opción de viajar en auto quedó descartada inmediatamente, al menos mientras la empresa resolvía el incidente recién descubierto en la póliza de mi auto. Es por ello que no tuve más remedio que viajar en taxi colectivo.

La noche del domingo me preparé y dormí relativamente temprano para poder madrugar al día siguiente. Desde que dejé de estudiar por las mañanas y fui transferido al turno de las tardes en la universidad, y desde que soy trabajador independiente, no frecuento despertar tan temprano para otra razón que no sea el darle de comer a mis animales. De lo contrario, no encuentro otro motivo para madrugar. Ésta vez lo hice a la fuerza, desperté a las 5:30 am con mucha dificultad para procurar llegar a la terminal de taxis antes de las 7:00 am, hora a la que supuse, saldría un taxi hacia el pueblo.

Es difícil describir cuán grande fue mi desesperación tras no poder llegar puntual a la terminal debido al tráfico generado por las obras de remodelación en el centro histórico de la ciudad, y aún más grande fue mi decepción cuando me enteré que había madrugado en vano. Sigue leyendo

El mar donde nadie quizo nadar…

Después de recorrer varios cientos de kilómetros desde Chiapas a Quintana Roo y de regreso a Mérida, quisimos enseñarle a la familia Rios el mar del Golfo de México, pues se habían llevado tamaña decepción al hospedarse en un Resort en Riviera Maya para que, al final, las autoridades terminasen desalojándolos y retornándolos a Mérida con el pretexto de que iba a lloviznar en el Caribe y era peligroso que permanecieran entre lujos y abundancia… (¿se entiende la ironía). Sigue leyendo